Dijimos alguna vez que estar vivo es algo así como estar asustado. Pero vivir es también torcerle el brazo a ese miedo. Afrontar la mirada impertinente del reflejo y encajar sus golpes con determinación. Porque la vida no es sólo eso. Encajar golpes, digo. Es mirar al futuro con esperanza. Y, de vez en cuando, ser feliz, qué diablos. Y ese es mi propósito. (Ismael Serrano)
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