martes, 14 de enero de 2014

Montada de nuevo en mi dragón khan particular


Llevaba días intentando definir esa sensación rara en la tripa.
Ese vuelco que siento cada pocos segundos y que anoche, mientras daba vueltas en mi cabeza a como serían aquí los días que esté ingresada de nuevo, (una, que suele ser muy organizada y deja todas las cosas muy atadas),  me vino de repente cual era su nombre.
Ha vuelto, sí. Mi dragón khan particular de las emociones está aquí.
Y yo lo miro y él me mira.  Y se pasea por mi barriga a una velocidad de vértigo, y eso, que no hemos comprado el ticket en taquilla todavía.


Supongo que cuando sabes que estás apunto de subirte otra vez, es inevitable habiendo paseado tantas otras tantas veces por ese recorrido, que esa sensación te embargue por dentro.
Y es una mezcla extraña, a pesar de conocer casi como la palma de tu mano esos raíles.
Claro que tengo miedo. Mentiría si dijera que no.
Y claro que estoy preocupada de que pasar de nuevo por todo eso, no solucione nada.
Y claro que estoy esperanzada, y llena de ilusiones y de sueños otra vez.
Y claro que sé que todo irá bien...
y claro que a ratitos, a pesar de tener tan claro que es la única solución, aún lo miro desde lejos y le digo que no quiero subirme, que prefiero otras atracciones en las que no se produzca ese vuelco, no sé... que cuando pase por taquilla, no queden tickets para mí, porque no me gusta sentirme como me siento cuando monto en él.
Resumiendo... 
que ya sé lo que siento. 
Apareció de nuevo, está ahí. Mi dragon khan particular de las emociones ha vuelto.
Y yo, ahí sentada, lo miro todavía sin subirme, aún sintiéndolo tan cerca.
Y la sensación de bajada me puede por mucho que me haga la valiente.
Pero ningún viaje en él dura eternamente.
Y sé que parará de nuevo, y bajaré.
Sólo espero no tener que volver a decirle nunca, volveré.
Porque deberían colgar en la taquilla de esa atracción, un cartel de CERRADO.
Y que nunca, nadie, se sintiera así.

Pd. Pero ya que estamos subidos, hagamos el viaje.
¡Quizás sea el definitivo!
Y sé que conmigo viene mucha gente, para que no me caiga.
Que los llevo muy cerca y me dan la mano.
Iré en ese vagón sí, y en él levantaré las manos al aire para que las penas no bailen...y os iré contando...


Vámonos!!!


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